La espiritualidad albertiana se vive en Foc a través de estos medios:
1. Escucha atenta de la Palabra de Dios, como alimento de la vida y misión del cristiano.
2. Vida interior reflejada en una actitud cristiana auténtica. En Foc se vive, y se intensifica día a día, la amistad con Jesús y con María. Ésta se hace posible a través del silencio, la escucha, la capacidad de reflexión y contemplación; crece con la oración y los sacramentos. Esta vida interior favorece la Pureza entendida como transparencia y coherencia de vida.
3. Testimonio alegre de Cristo en el propio ambiente, transmitiendo los valores del Reino.
4. Sentido de pertenencia al grupo, sintiéndonos responsables unos de otros, cuidando la participación y los símbolos que nos identifican. Así como pertenencia a la Iglesia Universal.
5. Responsabilidad en casa, en el colegio, en la universidad y en el trabajo explicitando así nuestra consigna “siempre más y mejor”.
6. Sencillez de vida para dar importancia a lo esencial, aprender a compartir, ser agradecidos, ser libres frente al consumismo y fortalecer la voluntad.
7. Entrega, servicio desinteresado y compromiso.
8. Contacto con la naturaleza como lugar de encuentro con Dios.
9. Revisión de vida para favorecer el crecimiento personal y grupal.