Objetivos

Vivir en plenitud la vida cristiana, según la espiritualidad albertiana, promoviendo el crecimiento integral de la persona desde la experiencia de Dios, el amor a María, el conocimiento personal y la relación con los demás y con el entorno, para hacer presente el Reino de Dios en nuestro mundo.

Vivir en plenitud la vida cristiana.
Consagrados por el bautismo estamos llamados a vivir como hijos de Dios, “sed santos como vuestro Padre celestial es santo”.
Según la espiritualidad albertiana
Según la espiritualidad albertiana que es la forma de entender el Evangelio que el Espíritu  Santo nos ha regalado a la Familia Pureza de María a través de Madre Alberta:
• Centrada en Cristo y con María, nuestra Leña.
• Vivida en la Iglesia universal, Maestra y Madre.
• Que promueve la fraternidad para que todos nos sintamos familia.
• Que busca ser “siempre más y mejor”
Promoviendo el crecimiento integral de la persona
como pretende la Propuesta Educativa de Pureza de María, y la misión evangelizadora de la Iglesia.
Favorece este crecimiento integral:
La experiencia de Dios: conocer, celebrar, vivir y amar progresivamente al Dios que se revela en Jesús.
Amor a María: nuestra Madre y modelo de creyente.
El conocimiento personal: descubrir y valorar quién soy y quién estoy llamado a ser.
La relación con los demás: amar al otro construyendo una fraternidad a imagen de Dios-Trinidad.
La relación con el entorno: disfrutar y cuidar la naturaleza como regalo de Dios. Apreciar la propia cultura y acoger las otras enriqueciéndonos de sus valores.
Para hacer presente el Reino de Dios en nuestro mundo
“Id y anunciad que el reino de Dios está llegando […] gratis lo recibisteis, dadlo gratis” Mt 10, 7-9.
“El reino de Dios no vendrá de forma espectacular, ni se podrá decir: ‘Está aquí, o allí’, porque el reino de Dios ya está entre vosotros” Lc 17, 20b-21.